No es lo mismo una carrera, un corredor, ni el material
necesario en asfalto que en montaña.
Vamos a intentar analizar las diferencias y ver que se
adapta mejor a las características de cada uno para iniciarse en la
competición. Una vez tengamos cierta experiencia, podemos combinar ambas
disciplinas perfectamente aunque en una seamos más competitivos que en la otra.
El material en una carrera de asfalto será totalmente
minimalista. Normalmente con un pantalón corto, camiseta y zapatillas, además
del crono estamos listos para una competición de asfalto. Según la distancia o
nuestra preparación también podemos llevar alguna barrita o algún gel. Mientras
en montaña, hay que llevar un calzado diferente y más pesado, además de un
equipamiento de prendas muy completo; con chubasquero, bastones, prendas de
abrigo, agua, teléfono, guantes, además de algún alimento. Esto quiere decir
que tenemos que llevar una mochila, lo que hace que sea un cambio muy
sustancial de cara a las carreras en asfalto.
En este mismo orden de cosas los avituallamientos en las
carreras de montaña suelen ser abundantes en comida: Podemos tener raciones de
pasta y arroz además de frutas y dulces. En el asfalto suele ser agua y poco
más.
La otra circunstancia muy a tener en cuenta es el desnivel
de la competición ya que en asfalto por duro que sea, salvo carreras muy
específicas en subida, este factor no es trascendental. En montaña es el factor
que determina la dureza de la carrera.
Lo hemos mencionado antes aunque lo hemos pasado de largo.
Las diferentes superficies también cuentan. En una carrera popular, vamos a
ampliar el concepto un poco, puedes encontrar como mucho, tierra en buen estado
además de asfalto. En las trail puede haber animales, lodazales, piedras
sueltas, senderos, arroyos que cruzar…. Por lo tanto esto es lo que
principalmente condiciona que el calzado en ambas disciplinas sea diferente.
El tiempo, las medias por km son muy importantes en el
asfalto y son nuestro mayor condicionante en la prueba, mientras que en
montaña, serán el desnivel y la s propias circunstancias técnicas nuestra guía
en la competición. Es imposible correr una trail con un plan de tiempos por km,
y muy difícil establecer un objetivo de marca al final.. Alguien podrá decir
que si es una competición en la que repetimos participación tenemos el tiempo
final y podemos tener parciales en diferentes puntos. Es cierto, pero las
circunstancias climáticas y de estado del circuito pueden ser muy diferentes de
un año para otro en una carrera de montaña.
El proceso de entrenamiento si nuestro tiempo y lugar de residencia
nos lo permiten, serán también
distintos. Intentaremos reproducir las condiciones de competición en el
entreno. Si hacemos asfalto controlaremos con el crono nuestro entreno. Si es
montaña controlaremos más por las sensaciones, el desnivel… Incluso es bueno
que si preparamos trail salgamos de vez en cuando a correr con mochila, no nos
preocupemos del crono, y busquemos lo más sucio y angosto que encontremos en el
recorrido. Tenemos que tener claro que en el terreno de montaña habrá tramos en
los que tengamos que andar. Con el entreno aprenderemos a gestionar mejor
cuando y donde hacerlo.
El tipo de concentración tanto en la preparación como en la
competición también debe ser diferente. En el asfalto podemos poner nuestra
mente en blanco y centrarnos en el cronómetro, mientras que en montaña hay que
ir constantemente atentos a lo que pisamos y a lo que tenemos por delante.
Yo personalmente, por diversión optaría por combinr desde el
principio las dos especialidades si bien
siempre rendiréis más en la que se ajuste mejor a vuestro tipo de
entrenamiento. Y para vuestras primeras incursiones en la competición, me
inclinaría por una u otra en función de la preparación. Si trabajáis con
variedad de terrenos y desnivel, montaña, si no, asfalto.
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