martes, 29 de marzo de 2016

FACTORES IMPORTANTES EN LA ELECCIÓN Y USO DEL CALZAD


 El calzado es un elemento fundamental en cualquier práctica deportiva, ya que un tipo inadecuado, no sólo provoca que el rendimiento no sea el óptimo, si no que puede provocar lesiones.

Primero elegiremos siempre zapatillas propias de la actividad que realizamos, en este caso correr. Dentro de ese abanico también se nos abren diferentes posibilidades dependiendo de la superficie, la pisada, el tipo de uso, las características físicas del corredor….

Empezaremos valorando nuestro propio estado físico. A mayor sobrepeso elegiremos unas zapatillas de mayor amortiguación, para absorber más eficazmente los continuados impactos y así evitar lesiones.

La superficie donde vamos a desarrollar la actividad también es importante. Si elegimos terreno montañoso, elegiremos zapatillas de trail que son muy resistentes, aunque más pesadas y menos rápidas, mientras que si trotamos por parques y asfalto seleccionaremos unas zapatillas mixtas.

También puede cambiar nuestra decisión si queremos zapatillas para competir. Normalmente son muy livianas y benefician un impulso de la parte delantera del pie, lo que nos hace ganar velocidad. Yo no recomendaría esto a corredores de dos o tres días por semana ya que este calzado está pensado para gente con una buena técnica de carrera y buen nivel competitivo. De hecho atletas de gran nivel si no están en gran forma compiten muchas veces con zapatillas de entrenamiento.

En una planificación de dos tres días a la semana se puede trabajar perfectamente con zapatillas neutras, que son la mayoría. No obstante, si tenéis molestias sin grandes cargas, o notáis que el pie se va hacia adentro en la carrera (pronación) o hacia fuera (supinación), usad entonces zapatillas de esas características.

Partiendo de que un dinero invertido en calzado nuca es un dinero pérdido, no es necesario irse a lo más caro del mercado, si bien es importante que nuestras zapatillas nos den una cierta seguridad de calidad.

No os dejéis guiar a ciegas por recomendaciones de amigos a la hora de elegir, ya que seguramente tendréis diferencias de estado de forma, de peso, de apoyo, de potencia…. Tenéis que guiaros por vuestras propias sensaciones. Lo principal que tenemos que valorar en este caso es la comodidad.

Para elegir convenientemente, es bueno que nos probemos los dos números más cercanos a nuestras necesidades. Comprobaremos que el talón este bien fijado, que tengamos libertad para mover los dedos y a su vez que podamos recoger el índice y el gordo. El momento ideal para probarlas es la última hora de la tarde, ya que tendremos el pie más dilatado por el paso del día. Lo mejor también es que llevemos lo calcetines con los que practiquemos la actividad.

Las zapatillas también tienen que tener un cuidado. No es recomendable meterlas a la lavadora, mejor limpiarlas con jabón neutro y un cepillo de uñas. Recordad también que el calzado de running tiene una caducidad, que normalmente se sitúa alrededor de los 1.000 km, o traducido: Si salís tres días a la semana 6-8 meses, aunque esto depende de muchas cosas. Es importante que tengáis esto en cuenta aunque no haya un desgaste visible en las deportivas.

Hay muchas zapatillas en el mercado de diferentes marcas y de gran calidad, así que como ya os he dicho antes, me parece atrevido realizar recomendaciones ya que cada corredor tiene unas características diferentes. Lo mejor es que acudáis a tiendas donde contéis con ayuda especializada



martes, 8 de marzo de 2016

LA SONRISA DEL CAMPEÓN


Haile Gebreselassie Ha sido uno de los más grandes fondistas de todos los tiempos. Aquí repasamos brevemente su vida.



No puede ser escribir sobre alguien como Gebreselassie, y que parezca que estás escribiendo las instrucciones de un horno,  tantos minutos, segundos y fechas…. ¿Para qué?.Todo eso con este mundo virtual está al alcance de cualquiera.  Posiblemente estemos hablando del mejor fondista de todos los tiempos y eso da mucho respeto, pero también hablamos de unos valores y un estilo de vida, y lo más importante de una sonrisa  eterna.

Quizás “gebre” aprendió a sonreír  el primer día  que tuvo que ir al colegio andando y descalzo allá por los 70, o cuando decidió abrazar el atletismo, allá por julio del 80, escuchando las hazañas en la Olimpiada de Moscú de su compatriota Mirus Yifter que logró el doblete en 5.000 y 10.000 metros. Puede ser que esa sonrisa fuera la expresión de su cara cuando con doce años tuvo sus primeros zapatos, pero lo que está claro es que en los años 90 esa expresión ya le acompañaba. Muchos pensaron que era propia de la victoria, una sonrisa de triunfo, hasta que llegaron los días en que le vimos perder más a menudo que antes, casi una década después, y esa mueca de felicidad seguía acompañándole.

Nunca jamás, dijo este hombre de 1,65 que corría para ganar. Él mantuvo en cada entrevista que con el atletismo tenía la esperanza de conseguir una vida mejor al igual que otros compatriotas, y que corría casi por necesidad, que su cuerpo le demandaba correr cada día.

Recuerdo cuando lo ví ganar en 1993 el mundial de 10.000 con una polémica enorme ya que piso al keniata tanui que tuvo que concluir la prueba descalzo, y que le acusó de haberlo hecho intencionadamente. Ni con eso perdió la sonrisa y siempre se mantuvo en su sitio.

Desde entonces una lluvia de campeonatos, olimpiadas incluidas, y de records cayeron ante las piernas más rápidas del fondo mundial. -Recordemos que el etiope tiene 3,31 en 1.500, lo que demuestra que en el fondo de alto nivel, decir que alguien es lento es faltar el respeto-. Pero el tiempo pasa para todos y además están las lesiones que empezaron a relegar al gran “gebre” a principios de este siglo, pero este atleta incansable decidió después de su última final olímpica en Atenas operarse del tendón de Aquiles y pasarse a la maratón.



Esa época significo un redescubrimiento para sí mismo, empezó a cuidar temas que cuando dominaba a todos no hacía como los masajes y el gimnasio, hasta que hoy cuando aconseja a la gente que quiere correr con asiduidad, se los recomienda. Por supuesto la maratón le planteaba otro reto, ¿Se pueden correr 42,195 km sin perder la sonrisa?.

Rápidamente comprendimos que sí, y que incluso se podía correr esa distancia en menos de 2,04 horas sin perderla. Aunque en esta prueba esté posiblemente la mayor espina que tiene clavada Hallie Gebreselassie, ya que nunca fue de la partida en una Olimpiada, algo muy duro cuando te levantas en Adis Abeba a las 5 de la mañana para realizar tus trotes de 35 km.

Estos entrenos también reflejan la personalidad de este deportista al que su padre quería hacer pastor de cabras, y que corría sólo y casi en ayunas, sólo un poco de pan y té antes de salir, algo que va casi en contra de todos los sistemas. Esto por ejemplo no lo recomienda a los que se inician en el correr.

Llegó también su rueda de prensa más dura, esa del 11 de mayo del 2015 en la que anunció su retirada  con toda una declaración de intenciones. “Me retiro de la competición, no de correr”. De momento está cumpliendo su palabra. Sale a correr todos los días, porque, según dice, su cuerpo se lo demanda. Además está implicado en un proyecto científico que estudia las posibilidades del ser humano para bajar de las dos horas de maratón y organizará una carrera en Adis Abeba con música de la región durante el recorrido y una gran parrillada final.

Durante toda su vida Hallie Gebreselassie también ha sido un gran lector de obras políticas y es un confeso admirador de Nelson Mandela, lo que también es un ejemplo de que a pesar d la dureza del deporte profesional, se puede sacar tiempo para realizarse como ser humano y adquirir una mayor cultura.

Un hombre a una sonrisa pegado, que transmitía pasión por su deporte y que siempre se acuerda de los practicantes de a pie.  Se despidió del atletismo, pero nunca dejará de correr, porque algo que se hace con cara de felicidad nunca cansa del todo.



jueves, 3 de marzo de 2016

BORN TO RUN


No es esta una canción que hable de atletismo, pero si habla de correr, de escaparte de tu propio yo, de salir de un mundo claustrofóbico, de amor. Además por si fuera poco le da título a este blog, ya que su traducción es "nacido para correr"

Bruce Springsteen escribió este clásico a principios de 1.974 y lo grabó en los 914 Sound Studios en Blauve, New York a finales de ese mismo año. Se incluye en "Born to Run", tercer disco de "el jefe" publicado en 1.975. Es una carta de amor a una tal Wendy, y en la letra nos habla de escapar del pueblo en que viven. Utiliza muchas metáforas sobre el mundo de la carretera y los coches. En el fondo podríamos definirla como una "road song".

Springsteen define Born To Run como un canto a la libertad, y yo no puedo estar más de acuerdo, no sólo por la letra, si no por lo que es su composición y nervio en lo estrictamente musical. En eso es donde se distinguen los genios, en esa concordancia entre lo que cuenta la letra y lo que transmite la música. Creo que la primera vez que la escuché, no me acuerdo muy bien porque hace ya muchos años, en ningún momento me puse a traducir la canción, y sin embargo me transmitía una sensación de energía y unas ganas de comerme el mundo increíbles.




Tambíén tiene la virtud este corte de llevarte a su época esos 70 de chupas de cuero y jóvenes que van de duros. Esos honestos años 70 donde se aceptaba con naturalidad que el canalla se llevara a todas de calle y el sensible no se comiera una rosca, ese mundo que luego recreó Grease por ejemplo. Ahora Hollywwod hace parecer de vez en cuando que los jóvenes sensibles tienen más opciones y salvo que encuentren otra alma atormentada, eso no corresponde para nada a la realidad. Los malotes nunca pasarán de moda.

Esta es una de las pocas canciones prácticamente innegociables en los conciertos de Bruce, siempre colocada en la parte final de su setlist, Suele ser el punto álgido del directo, ya que todas las luces se ponen a tope, y es de las pocas en que hay algo de trabajo visual, cosa rara en Springsteen que siempre se ha centrado en la música a la hora de dar calidad y personalidad a sus increíbles directos (estos días por cierto podéis comprar las entradas para sus conciertos de mayo en España). Esto tiene la ventaja de que de un directo para otro es capaz de cambiar el repertorio casi en su totalidad.

 Born To Run siempre me levanta el ánimo, siempre me devuelve la ambición, siempre me hace sentirme capaz de todo, siempre me da ganas de salir a correr, así que cuando pierdas la motivación recuerda que "los golfos como nosotros hemos nacido para correr" y al jefe siempre hay que hacerle caso.